Comic: Essential Doctor Strange Volumen 1


Guión: Steve Ditko, Stan Lee, Denny O’Neill, Roy Thomas, Ramond Marais y Jim Lawrence
Dibujo: Steve Ditko, Bill Everett, Marie Severin y Dan Adkins
Editorial: Marvel Comics


Un poco para no ir en bolas a ver la próxima película (tampoco creo que sea fundamental, de Guardians Of The Galaxy jamás leí un comic y disfrute mucho la peli) y en gran parte porque la parte mística de Marvel me es cuasi desconocida me clave este tomote con las primeras aventuras del personaje que dentro de unos días todos asociaran con Benedict Cumberbatch.

El primer tramo del libro, perteneciente a la revista "Strange Tales" 110 a 125, es muy difícil de tragar hoy en día. No es algo que tenga que ver con los captions redundantes de Stan Lee que no ayudan pero son pintorescos, ni con que Steve Ditko casi no rompe una puesta en página de 9 x 9 que lo limita bastante y ni siquiera con el hecho de que el Doc como personaje no genera ni una décima de la empatía que uno siente por Peter Parker (por tirar el otro y más popular personaje de la dupla)













No, lo que mata a estas primeras historias es su brevedad para desarrollarse (menos de 10 páginas por episodio, ya que el Doc compartía la revista con Human Torch y luego Nick Fury) y un argumento que se repite hasta el infinito: un loco (léase mago, demonio, tirano interdimensional) con mucho poder se la cree,  desafía al Doc, lo hace transpirar ponele… dos páginas…  y entonces Strange se acuerda que es el más poronga con la magia y surte al villanito. Si por lo menos los villanos fueran variando pero los únicos antagonistas importantes en este tramo son el Barón Mordo y Nightmare. El primero es un pelele importante, muy caricaturesco, sin matices ni nada que lo haga interesante. El segundo…. tiene potencial y los autores omiten contar su primer encuentro con Strange; cuando aparece solo sabemos que es un demonio groso que habita el mundo de los sueños y que Ditko lo dibuja sobre un enorme caballo negro con el rostro medio cubierto por las sombras... me pinta que varios pibes en los 60’s no se animaron a dormir después de leer la primer historia de Nightmare.

Además de la falta de villanos copados desde el comienzo, Strange tampoco tiene secundarios fijos que abran un poco las posibilidades o los monólogos excepto Wong (que solo aparece cuatro breves veces en todos estos issues) y uno que sería mejor que no esté: el insoportable Ancient One. Posta, es un estereotipo del oriental sabio y milenario que en teoría tendría que ayudar a Strange pero se la pasa llorando de lo débil que es a sus quinientos años y provocando más problemas que soluciones. Esta a un milímetro de ser la tía May del Doc.

Vamos a donde esto empieza a remontar: ST 126, aparecen por primera vez Dormammu (a quien Strange invocaba en hechizos numerosas veces en los capítulos anteriores) y Clea (lo más parecido a un interés romántico en todo el libro); el primero como buen tirano dimensional desafía a Strange y oh, sorpresa, resulta que Dormammu es un bicho jodido y malo como la mierda pero que en su propia dimensión mantiene a todos a salvo de los Mindless One, unas rocosas criaturas que arrasan con lo que se les ponga delante. Un matiz interesante para la primer historia que abarca dos capítulos y la demostración de que Ditko ya está en su salsa; acomoda las viñetas como le resulta mejor, pone todo en el diseño de dimensiones alienígenas, ilustra todo tipo de escenarios imposibles en el mundo real o en una mente con algo de cordura y los personajes en general tiene mucho mejor diseño. Para esta altura es innegable que el autor de los argumentos y dibujos es Ditko y lo de Lee es más que nada dar una mano en los diálogos (muy apreciada, claro está)

Se ve que el experimento de la historia larga gusta mucho y al toque, a partir de la ST 130, empieza una épica larguísima, con muchos momentos copados, otros de puro relleno y la presentación de Eternity, una idea maravillosa, un concepto hecho lápiz y tinta. Hoy en día post-Gaiman esto parece simple pero en esa época había que tener la bocha bien iluminada para semejante idea. O haberse  fumado todo lo fumable.

Esta saga arranca con el team-up villanesco de Mordo y Dormammu y sigue hasta ST 146, último número de Ditko. Y se despide a lo grande, revoleando planetas en un espectacular duelo de Dormammu contra Eternity, que es más o menos como decir un chihuahua contra un elefante pero que no se diga que a Dormammu por ser malo le faltan huevos.

Tras la partida de Ditko las historias posteriores se van rotando entre Lee, Denny O’Neill, Roy Thomas y dos guionistas que jamás escuche antes: Ramond Marais y Jim Lawrence. El nivel es muy variado pero en general todos los guionistas aprendieron que las aventuras de Strange garpan mejor cuanto más largas y épicas son. Así empieza una seguidilla de largos enfrentamientos contra enemigos de importancia como Kaluu, Umar, Zom, Nebulos, un nuevo regreso de Mordo (tan triste como siempre) y Yandroth, que es medio pete pero que le hará la vida bastante difícil a los Defenders en el futuro.  En medio de este quilombo sin descanso se revela un poco del origen del Ancient One y en general la momia pela algo de chapa. Y de yapa aparece otro personaje concepto genial, el Living Tribunal, el responsable del balance cósmico de todos los universos.

La serie sigue sin tener secundarios con onda (amagan con Clea pero la mandan a un bizarro exilio y recuperan a una tal Victoria Bentley de los primeros números que solo sirve de dama en peligro) y el Doc sigue siendo un personaje de Shakespeare amargo pero al menos el stock de villanos se puso pulenta.

El nivel artístico post-Ditko también es variable pero no hay ningún perro. Entre Bill Everett, Marie Severin y Dan Adkins (otro ilustre desconocido para mí) la serie se mantiene muy bien a nivel visual, en particular en la parte de Adkins, un groso para dibujar monstruos y planetas exóticos.

Sin volarme la cabeza el saldo de este primer Essential es positivo y le tengo mucha fe al próximo tomo, donde Strange Tales se convierte en “Doctor Strange volumen 1” a secas y los episodios son más largos.

¡Hasta la próxima y que las huestes de Hoggoth los protejan!

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